Siempre que salía con mis amigas en mancha ya sea a bailar, comer o lo que fuera y nos poníamos a "chequear el panorama", siempre coincidía con una de mis amigas en gustos, es decir, de todo el grupo, ella y yo mirábamos lo mismo. Nunca me pareció mal, ni mucho menos me hacía bolas por eso, al contrario, me parecía super que coincidiéramos porque al fin y al cabo mirar no hace daño y cuando esta amiga me decía mira para tal lado o tal otro no me decepcionaba lo que miraba.
El problema surgió cuando conocimos y entablamos amistad con el mismo chico, yo gritaba a los cuatro vientos que me gustaba y cuando le preguntaba a ella si le gustaba, simplemente se quedaba callada. Pero era obvio que le gustaba, cambió de look, se pintó y onduló el cabello, usaba ropas más coquetonas que de costumbre pero cuando yo le preguntaba ella muda. Yo quería en realidad que confirme mis sospechas, porque si ella hacía el extreme make over "por ella misma y no por alguien más", pues yo no iba a sentir ningún remordimiento ni problema de lanzarme con este chico, pero si a ella también le gustaba pues yo no haría nada (siempre he considerado que la amistad está por sobre estas cosas), y dejaría que el chico sea quien decida.
Al final ninguna de las dos estuvo con el, los 3 quedamos como patas; pero ahora que por otros motivos me he distanciado de esta amiga, y ya no nos hablamos. Hasta que punto estaba en lo cierto? Hubiera estado con el sin importarme lo que ella pensaba? O como dije antes, la amistad está por encima de cualquier futuro enamorado/novio/o lo que fuere. Y no importa si ya no es mi amiga ahora pero en su momento si lo fue.
domingo, 29 de junio de 2008
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